En este tema nos describe las emociones como el motor de
nuestro cerebro, un motor que llevamos dentro desde el momento en que nacemos y
cuyo uso en la niñez y adolescencia es importante para el buen desarrollo de
los futuros adultos.
Es importante que los niños conozcan todas las emociones
desde muy pequeños, tanto en el colegio
como en casa para saber tratarlas y controlarlas de una forma moderada en las
distintas situaciones en las que se puedan manifestar sin necesidad de
reprimirlas, a esto se le llama inteligencia emocional, y es uno de los pilares
básicos en nuestra sociedad para vivir en armonía, de esta manera no solo les
enseñamos a conocer y controlar sus propias emociones, sino a saber cómo
comportarse y actuar evitando malos comportamientos.
La inteligencia emocional ha de ser tratada principalmente
en la familia, los padres deben enseñar a sus hijos que no están solos en el
mundo, y que tienen que aprender a convivir en sociedad tanto de forma
emocional como de forma empática, de esta manera no solo conocerán sus
emociones, sino que también serán conscientes de la de los demás aprendiendo
así a entender otros posibles puntos de vista presentes en los compañeros.
Los profesores a la hora de enseñar esta competencia
emocional no se tienen que quedar cortos frente a las enseñanzas de los padres,
el profesor siempre será el espejo en el que los alumnos se miren, por lo que a
demás tiene que trasmitirles seguridad, bienestar y buena autoestima junto al saber manifestar la emociones frente a sus
compañeros con algunas actividades grupales y siempre dando prioridad a las
emociones positivas frente a las negativas.
La enseñanza del aprendizaje social y emocional en el mundo
es distinta de unos países a otros, porque mientras que en unos se hace mucho
esfuerzo en enseñarlo, en otros apenas se plantean esta idea.
En Nueva York es
un ejemplo de que el desarrollar buenas aptitudes sociales y emocionales a
principios de la infancia de los niños da lugar una buena salud y bienestar a
largo plazo, este se basa en enseñar la autoconciencia, el autocontrol, la
conciencia social, las habilidades de relación y la toma de decisiones
responsable mediante la realización de actividades con calma y en silencio
haciendo que reine la paz en las aulas.
En el Reino Unido tienen
en mente la utilización del programa
SEAL (tanto en primaria como en
secundaria) con el cual se pretende conseguir mejorar el comportamiento en
clase, promover la diversidad y acabar con el absentismo y la violencia, si
esto funciona se obtendrá éxito en los
estudios, en las relaciones y resolución sencilla de posibles conflictos de
unos con otros.
En España esta
educación emocional es muy reciente, una gran innovación en los últimos 15 años
empezando en Cataluña y a continuación en las distintas comunidades autónomas añadiéndose
las distintas emociones como una nueva competencia a enseñar.
Tanto es importante la puesta en práctica de la inteligencia
emocional como hacer una evaluación para poder observar si se ha cumplido con los resultados que se espera de esta.